miércoles, 7 de marzo de 2012

Sin saber.

Sabés que está con el reverso de las manos húmedo y que prefiere reirse y hablar de cualquier cosa, que se toma las cosas con calma y por dentro aprieta los dientes. Pensás en que quizá le esté jodiendo la garganta por el aire acondicionado y el viaje y la ansiedad. Sabés que quiere creer con todas las fuerzas de su corazón que todo irá bien, que se aferra con uñas y dientes a la esperanza... Sabés que ni él, ni vos, ni nadie sabe lo que pasa... que ni él, ni vos, ni nadie puede decidir más allá de lo humano... pero también pensás que lo humano es solamente una parte del cuento, que hay otra parte misteriosa, que se muestra y luego queda oculta... y otra vez, cuando ni te lo esperás, te mira a los ojos... sabés que esa otra parte no tiene límites y confiás... con toda la fuerza de tu corazón y te agarrás a esa esperanza con uñas y dientes. Silvio ahora canta: Vamos a andar / para llegar / a la vida. Y entonces, todo empieza a tomar forma y seguís sin saber pero ya no tenés miedo.

Y ahora pasó el tiempo y desde que sentiste que tenías que vomitar todo eso encima del teclado pasaron dos días y tantas cosas que contarlas es como retorcerte en el recuerdo y eso te cansa al hartazgo así que pasás de hacerlo.

Pero lo que no se te pasa para nada es el sabor amargo en la boca, un sabor como de saliva amarga que no podés ni tragar decentemente... tantas veces lo viste escrito que te da miedo descubrir que es cierto. Es que si lo escrito es cierto estás al horno. Lo sabés. Tu estúpido corazón lo sabe.
Y el sabor amargo no se te pasa porque en el fondo el mundo se te dió vuelta. Pero de verdad. Ni siquiera entendías lo que era sentirse para el carajo hasta ahora... Vamos que es un buen dato haber promediado la dignísima edad que tan bien llevás sin haber sentido con tanta sinceridad como ahora que estás para el carajo.

Y a algunos kilómetros (demasiados / muchos / más de los que quisieras) una mano sigue húmeda pero por el llanto que se suelta contra el revés y se hunde en la almohada, y es tan mezclado todo lo que te invade... tantas ganas de que no pase nada y que sigamos como hace un mes (¿menos?) así tan bien tan contentos tan café con leche... Pero la vida te pegó una cachetada de esas que te llegan justo a tiempo y ahora estás desbalanceada, jugando a andar en un estúpido equilibrio que ni siquiera te crees del todo. Jugando.

Y querés ayudarlo y querés abrazarlo con todas tus fuerzas, pero más con tu alma que con tus brazos y para eso hace falta tener almas abrazadoras y la tuya se siente tan para el carajo...

viernes, 9 de septiembre de 2011

Setenta minutos.

A veces cuando estoy cursando, mi mente se queda en otras partes...
A veces no estamos donde tenemos que estar...

Se levantó luego de setenta minutos de escuchar palabras encadenadas por la misma tenue voz desde el fondo de la sala. La luz, menos tenue que la voz, dibujaba figuras en el suelo de parquet que se peleaban por trepar a las paredes, reproduciéndose y multiplicándose hasta invadir la paciencia del auditorio.

No había querido ir, estaba tranquilamente fumando su primer cigarrillo de primavera cuando la conciencia le subió hasta la garganta y la arrebató la culpa que la condujo hasta calle Belgrano al mil cuatrocientos cincuenta.

Setenta minutos más tarde sintió que era suficiente tiempo para quien no está donde quiere estar, y pensó que cuando la luz invade de tal forma que la voz empieza a desparecer, ya no hay conciencia que se suba a la garganta.

Tapó la lapicera con la intención de que sonara fuerte, lo más fuerte que un capuchón de lapicera se puede permitir. Necesitaba apagar la voz, callarla, hacerla desaparecer por completo y recuperar en ese acto el protagonismo que había perdido apenas sentarse en esa silla tapizada en mostaza, tan fingidamente cómoda, hipócrita, silenciadora.

Pararse no fue importante, ni fue importante que se le cayeran uno a uno los cuadernos y se desparramaran las hojas a su alrededor. Respiraba libertad, podría irse, se estaba yendo, daba igual si la voz decía cosas importantes.

Salió de Belgrano al mil cuatrocientos cincuenta encendiendo el segundo cigarrillo de primavera. Preguntándose si, acaso, con esa conciencia que se le había subido a la garganta en el balcón de su casa en Floresta era más ella misma que ahora, después del ruido de un capuchón. Preguntándose si este cigarrillo que fumaba era el segundo de primavera o si, acaso, no era realmente el primero.

***

Y una voz seguía en paralelo “La Corte sigue diciendo hasta hoy de que la obligación de investigar sigue en el tiempo hasta que aparezca la persona” y alguno hasta anotaba heroico cruzando en el trazo la luz apagadora de voces.

***

Y ella acomodó su dobladillo, extendiéndolo con sutileza viendo como las arrugas iban desapareciendo en el contacto con sus manos cuidadosas, y se sintió feliz admirando el fucsia y olvidando durante una fracción de segundo que estaba en el estrado.

Cuando lo recordó todo el peso ese ambiente viciado de murmullos condescendientes le cayó encima invadiéndole de aire ya respirado los pulmones.

No había tenido tiempo de pensar… aunque quizá tiempo sí, lo que no había tenido eran ganas. Una vez le había bastado, dos… contando la primera declaración, pero no más. En el fondo, quizá justicia, pero lo que la llevaba al estrado era el deseo visceral de acabar con eso de una vez por todas y vivir en paz.

lunes, 13 de junio de 2011

El borde de la tortuga - Norte - Parte I

A 4500 msnm y a mil y pico de kilómetros... o más...
Ya son las 20 horas del 5 de mayo de 2011 y una señora de este pueblito fuera del mundo, al borde del mundo... casi llegando alfinaldelatortuga, me espera para cenar (3 empanaditas de carne que le encargué hace un rato), el pueblo se llama San Isidro, está en Salta y para llegar hay que caminar por montañas, cruzar arroyos, subiendo y bajando durante unas tres horas. A la noche, ceno sola en una cama que no es mía, que nunca más será mía... pero hoy sí, se me brinda y me abraza, y suena Silvio cantando Mariposas... y cuando me desenchufo descubro que afuera reina el silencio más silencioso del mundo.

Y ya son las 20 horas del 13 de junio de 2011 y son muchos menos metros sobre el nivel del mar y muchos menos kilometros de distancia... y la señora de las empanadas acaba de acomodar sus burritos entre las piedras que me hicieron sentir la mujer más torpe hace como un mes... y yo acabo de acomodar los apuntes para mañana y me acabo de acomodar el mate que no da para más... Y la mujer de las empanadas ni mira el cielo, pero si lo hiciera vería más estrellas de las que entran en una sola mirada, o en dos o tres... no importa porque soy la única de San Isidro que mira el cielo... pero ya no estoy en San Isidro y desde mi ventana solo la Luna (sí... "guapa tú!")

Y me acuerdo de las lágrimas, unas que mequedaronpegadas casi al borde del abismo en el que descubrí por un instante, estúpido pequeño silencioso instante, que estaba viva. Me di cuenta de eso. Lo sentí. Sí, ok. Ahora también estoy viva, vivos están los dedos que se mueven por el teclado (no los 10, como debería, pero los pocos que hacen el trabajo le ponen onda lo mismo) y vivos están mis oídos que escuchan a Spinetta decir que hay duraznos sangrantes... pero no es lo mismo. Ahora lo pienso. En ese instante de lágrimas que mequedaronpegadas, lo supe.

Al bordedelatortuga, otra puerta que se abre en los infinitos cuartos... reflejándose unos espejos en otros espejos, volcándome en un caleidoscopio de imágenes que no son las mías, anécdotas que no son tan así, colores que se me mezclan con otros que ni del norte ni del sur ni de la vida en la que venía viviendo... pero da igual, porque al final está el instante... y están esas lágrimas que mequedaronpegadas y nadie puede quitarme lo bailado.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Descolgándome

A lo mejor de un jacarandá... que está al este y al oeste. No sé.
Pero en cambio sé que empiezo a renegar.
Paredes que me están corriendo un poco del centro, me juntan y me deján chiquita contra una esquina. En un mundo que es de maravilla pero ni me llamo Alicia ni quiero llamarme así, no es por deporte que me empiezo a renegar.
Es más bien un caracol atragantado que repta y ni siquiera es Osvaldo, que podría ser y haría que todo fuese un poco más divertido... Mi caracol ni nombre tiene.
Y reniego, empieza a encenderse dentro mío algo así como una furia que no sé ni de dónde me viene... algo así como un hartazgo de estar siempre en veremos. Regocijándome del lado de enfrente de la vereda. Patear el tablero, patear el tablero... como un mantra.

Una luz que titila y me enerva, una pregunta que se repite en voces de diferentes personas y ojos que me miran esperando que haga algo, ¿que haga qué?.
Nadie sabe y lo cierto es que si me la pongo a pensar tampoco es el punto.

[Memo a Ceci: No hiciste el balance, jodete... no te hagas la balanceadora porque no te la creés ni vos]

Porque nunca es el punto la respuesta. ¿A quién le importa? El jodido punto es preguntar, preguntar hasta el hartazgo, hasta que duela, hasta cansarse y recansarse de preguntar siempre lo mismo desde diferentes voces con ojos comprensivos, con ojos tolerantes... furia, eso me dan, los ojos comprensivos hoy me da furia.
¿Mañana? Yo que sé, mañana Dios dirá... mañana será otro día... mañana vemos.

martes, 9 de noviembre de 2010

Historia

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta. (Historia, JC)

Y pareciera que también aquí es en dónde los problemas empiezan a carcomer-nos la inteligencia, no tanto a los que no estamos tan seguros de tener realmente la sartén por el mango, sino sobre todo a los que no estamos tan seguros de que haya alguien que la tenga y, pareciera, que con eso no se jode. Digo... que no se jode con esa pseudo religiosa necesidad de confesar a cada rato que hay alguien que tiene efectivamente -y sobre todo nuestra demorada tranquilidad mental- la sartén por el mango. Pero se joda o no, lo cierto es que tanto no lo creemos y aquí empiezan los problemas, esa frenética necesidad de conseguir la llave de la puerta.
Aunque la historia no va tanto de entender hacia dónde vamos o qué hay detrás de esa puerta... ni siquiera importa que la llave sirva realmente, el punto es tenerla... jugar con ella, rodearla, acariciarla, sentir por un instante que nos perteneces, que podríamos hasta no usarla jamás en la vida y quedarnos para siempre encerraditos de lo más confortablemente del lado de acá, total si quisiéramos podríamos salir... y no es que estemos diciendo que queremos salir ni nada... pero, si quisiéramos, ahí sí que entonces podríamos...
Ese es, más o menos, el problema.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Hasta aquí todo va bien...

Hoy me acordé de una película que ví hace un tiempo y que debo tener grabada por algún lado..."La haine" (El odio) la cosa es que la recomiendo absolutamente, razones a saber:
1. El director es el capo del que se enamora Amélie Poulain (Mathieu Kassovitz).
2. Actúan tres flacos (de los cuales uno es bastante conocido) que se pasan de la veracidad con la que expresan todo.
3. Pinta (por no decir "dibuja" que suena más a inventa que a retrata) la realidad de los suburbios parisinos, ni mucho más compleja, ni mucho menos rica en mensajes, ideas, concepciones, sensaciones... que la de cualquier rincón del conurbano en la Argentina... y con esa magia que produce la melange de las culturas... mágica melange.
4. Es agobiante y a la vez tan exacta, deja tan en claro la sensación de... no les cuento más... mírenla y punto.

Les paso el video del comienzo con una metáfora recurrente a lo largo de toda la peli... gusto amargo, a impunidad, a olvido, a ceguera... absorvente y exquisitamente cierta.




C'est l'histoire d'un homme
qui tombe d'un immeuble de 50 étages.
Le mec, au fur et à mesure de sa chute
se répète sans cesse pour se rassurer:

"Jusqu'ici, tout va bien,
jusqu'ici, tout va bien,
jusqu'ici, tout va bien..."

Mais l'important c'est pas la chute,

c' est l'atterrissage.



[Esta es la historia de un hombre que cae de un edificio de 50 pisos.
Este hombre, a medida que cae sin cesar y para tranquilizarse, se repite a sí mismo:
"Hasta aquí todo va bien, hasta aquí todo va bien, hasta aquí todo va bien..."
Pero lo importante no es la caída. Es el aterrizaje.]

miércoles, 14 de octubre de 2009

Adivina adivinador

Era barrabrava.
Fijos esos ojos, habían visto mucho más que yo, habían vivido viendo, habían vivido.
Insegura, casi fragil, preguntaba en un esfuerzo torpe por recomponer la situación, por demostrarme que tenía un control ficticio, que no era tan tierna como parecía, que debajo de la Mafalda de tres sillas había una mujer valiente de verdad. Pero eso no es cierto. Y no se puede demostrar lo que no es cierto.
En mi ciudad florida y dulce, empezaba la primavera de las alergias y el olor a desinfectante atragantado en una angustia de no saber si el llamado que está entrando es el mismo que se fue, si es el banco o si el dolor. Y el dolor es traslucido... como si se las arreglara para estar siempre en el medio, dejándome que lo mire pero sin dejarme ver.
Es cierto que cuando pasaba, era cosa de colgarme las alas nomás, y tratar de adivinar a fuerza de intentos, buscando mirar la luz que está pero no iluminá, adivinando las formas los colores, pero adivino... "estamos todos adivinando", y ya sé que no es posible ver, que aunque fije mis ojos y me duelan contra el vidrio prepotente nunca sabré del todo qué es lo que estoy viendo... es que mis ojos, ellos no vieron todavía, no vivieron.
410-2800 y seguir que la vida del obrero es así.

sábado, 29 de agosto de 2009

En ¿mí? día

Tuve que proponerme aceptar definitivamente la metamorfósis...
Y eso que nunca son del todo fáciles de aceptar...

Kafka lo sabe, el Dr. Jekill lo sabe, las orugas de mariposas, los que padecen las "nuevas gestiones" de casi cualquier cosa, las agendas de principio de año, las caras cuando mirán espejos al rato de salir de las peluquerías, los zapatos limpios, la ropa limpia en general y planchada... los sorbos de mate en nuevas bombillas, los tacos, las zandalias de septiembre, las botas de junio, lo saben los jabones y las manos que buscan controles remoto que ya no funcionan, hasta las canillas de los hoteles lo saben... no es fácil.
Así fue mi propia transformación. Me costó hasta la médula.
Tanto había sobreestimado la postrecibida que, parecía que todo iba a reordenarse misteriosamente en torno a una nueva condición que amenazaba con definirme más que ninguna otra cosa. No es un decir es la pura verdad.
Ahora ya sé que no es para tanto, que al final uno termina por aceptar cualquier cosa, por incorporar acepciones como si nada, por hablar de feria, de turno, de despacho, de causa... por decir "buen día" en lugar de "hola" y abrir cualquier puerta y sentirse parte de algo que es un poco uno mismo, pero en otro lado, en un lado raro. Pero uno es uno. Y yo sigo siendo la misma que dice lo que piensa sin estar del todo segura, que llora en cualquier lado y casi por cualquier cosa, que saca desde adentro de vayaunoasaberqué una especie de rayo enfurecido cuando ve cosas que siente que no van... que baja corriendo las escaleras y hace equilibrio en los cordones de las calles, que salta lo más alto que puede para tocar las hojas de los árboles, que se rié de ella misma por ser tan así, tan como que en un punto ¿por qué no?... y entonces: cuáles de estas cosas son de ahora, del posfacu, cuáles no...? al final... qué cambió, qué me define, qué soy... y si lo pienso un poco, no se si soy más yo conmoviéndome por como pasa la luz por una hendija que firmando un acta. Así, que habrá que hacerse cargo de esto y terminar por comprender que uno cambia tanto todo el tiempo que en realidad casi que no cambia nada.
Como sea, acá estoy, caminando por algún lado, yendo en alguna dirección... buscándole la vuelta a lo que hago, a lo que pienso, a lo que no hago, a lo que debería... reencontrándome, perdiéndome... juzgándome, pensándome, haciéndome. No es del todo malo habitar este idílico "posfacu", no. Además, me siento orgullosa de eso, de haber estudiado, de haber transpirado la camiseta, pero ahora ya fue... la tengo puesta limpita y plachada otra vez, habrá que transpirarla entonces? quizá de eso se trate toda esta historia... después de todo -como dije más arriba y aclaro ahora para el distraído- la ropa limpia y planchada sabe que las metamorfósis no son del todo fáciles de aceptar.

martes, 14 de julio de 2009

señales, de humo

Burbuja,
mi cobarde y patética burbuja,
juego, caras, embotellamiento
brillante
atmósferas amonestadoras
admiradas ganas de
quien te quita lo bailado
quien dispara por fin el tiro de gracia
mi tiro de gracia.

Juego,
gastado y sigiloso juego,
caras, embotellamiento, burbuja
lanzallamas
naturalezas bien muertas
abiertos sobre caminos
señalizados, con humos
que no son grises pero existen
están a veces.

Caras,
de otros que interrumpen, mi
embotellamiento, burbuja, juego
imantando
lo que éramos lo que somos
lo que fuimos lo que seríamos
¿que quiere decir esto? nada
no hay drama en los susurros
no bastan.

Embotellamiento,
ceremonia de hormigas que andan
burbuja, juego, caras
paranoia
balances históricos pendientes
historias que penden de un hilo
la vida rezagada del que pregunta
andar escuchando mejor, lo que
se me antoja.

domingo, 5 de julio de 2009

mujer-pez

Julio Cortázar, desde el Capítulo 54 de Rayuela, hoy me deja abrir la puerta de uno nuevo de los -infinitos- cuartos y escribo torpemente -con el miedo que me provoca equivocar una coma o un punto, como si fuese un sacrilegio- el Poema más lindo que leí en toda mi vida... quizá el más lindo que se haya escrito alguna vez...

Vos… -dijo Oliveira mirándola colérico, y se interrumpió para abrir la cerveza con un golpe de la mano contra el borde de una silla. Estaba viendo con tanta claridad un boulevard bajo la lluvia, pero en vez de ir llevando a alguien del brazo, hablándole con lástima, era a él que lo llevaban, compasivamente le habían dado el brazo y le hablaban para que estuviera contento, le tenían tanta lástima que era positivamente una delicia. El pasado se invertía, cambiaba de signo, al final iba a resultar que La Piedad no estaba liquidando. Esa mujer jugadora de rayuela le tenía lástima, era tan claro que quemaba.

sangre en las venas
te digo y me decís
y nuestro pulso, cruel detractor de barbaries
que no conocimos, perpetuo carnaval que se nos
aparece junto a los ojos…

felina, la mujer-pez se acerca y me acaricia, me mima
con sus palabras escritas en un viento cambiante, que
acompañó la mutación del mar, el cambio de estaciones
sagrado…

y saber que cada vez falta menos, que nuestra época
todavía no ha comenzado, y que inventaremos historias
hermosas con finales tristes en alguna habitación
vacía, que nos tendrá como únicos habitantes

y treparemos a las paredes
y dejaré que me mates
para matarte luego yo

y quizás nos encontremos una noche de lluvia,
y contemplaremos, seremos los testigos de esto que
no me animo a definir como historia, libro o mandala,
nuestra hermosa y maldita cárcel kármica que supimos
conseguir…

no le hagás caso a mi voz…vos sos la
verdadera voz, la palabra, el designio…yo soy el
dibujo, la imagen vista desde lejos, ese que se te
acercará, te devolverá tu corazón de cristal después
de tanto tiempo, y te abrazará, te besará y te
invitará a nadar contra la corriente a su lado para
siempre…

el milagro de los colores
tu pelo, mitad
hermosa cara para ser dibujada
voy a desterrarte infinitamente de tu cárcel,
vos no estás hecha para seguir formando parte de
colecciones, de listas aleatorias y humanas…

somos culpables de la eternidad, Maga…la
palabra maldita te encierra, a mi también…vos sos la
Maga que me encontró, yo soy el Leandro que un Mayo te
quiso dibujar…

estamos rompiendo las leyes de la identidad
convencional, estamos destrozando las imaginarias
barreras de espacio y tiempo, nunca creimos en las
distancias ni en los mares premonitores…aunque se
que aún existe un miedo…se que la entrega tendrá que
ser absoluta, o no servirá para nada que hayamos
engañado a los relojes…

perfecta musa para este pintor de muñecos desnudos
cuando nos veamos de nuevo detendremos los
relojes, y permaneceremos eternamente en ese primer
día, nuestro libro nunca dejará de comenzar, nos
sorprenderá con las metáforas de las que formaremos
parte…la penúltima canción continuará sonando…

vamos a enterrar a nuestros yo equívocos
quiero equivocarme de nuevas maneras a tu lado

poeta maldita,
dama asesina,
princesa vampira,

mujer, mujer-pez,

ojos de gata,

Maga,

mi error más hermoso
o mi hermosura más errónea…

preparemos las alas, mitad…

vas a ver que los peces pueden volar…

sé que lo sabés, Maga…se nota en tus naturalidades, en la forma de caminar, en la manera de alzar la vista irónicamente, la mayoría confunde ese gesto con ingenuidad, yo lo entiendo, yo soy la Maga, la no-Maga, la coraza, el cigarrillo en lugar de la metáfora, el deseo de dejar de existir, el deseo de empezar a existir…
-Che, te estás poniendo metafísico y viejo, L. -sonrió entre dientes, luego de decir por segunda vez esa oración, en apariencia inocente y hasta jocoso, pero sabiendo (o sin saber) que era eso… que era verdad…


lunes, 18 de mayo de 2009

burbuja

Ayer buscaba una idea que contenga a todas las ideas, que sea la más contenedora de todas las ideas.
La contenedora. Qué ambición, qué locura... qué en vano.
Es desmembrando que, casi más casi menos, te vengo conociendo y me aterra. Más que nada el saber que pudimos habernos encontrado, que pudimos haber sido lo que ya no, ya no ahora, ya no así. Hormiga que pudo haber andado como sí, sobre tu... pero ya no, ya no ahora, ya no así.
Coartada, una que me alcance para engañar al tiempo y caer en tu burbuja y que nos vayamos perdiendo y desaparezcamos por un rato, una hora o dos está bien, acaso es demasiado y puede que la burbuja se infle, explote y es riesgoso. Mejor una hora, con una me conformo, con menos...
Y mirarte como si quisiera decirte algo y que me mires como si entendieras, pero en rigor ni sé qué decirte, ni es posible que entiendas y es mejor, porque si te lo digo (si te digo eso que no sé si quisiera decirte) voy a saber que no entendés y de vuelva nuestra burbuja corre peligro, porque ya se sabe, el tiempo es tirano, y perderlo hablando de estas cosas, contraproducente.
La burbuja encandila, y explota de nada, tenemos que brillar como sea, tenemos una hora... menos.
Así que desmembremos nomás en los primeros 15 minutos, digamos que el cielo está de nuestro lado, que la hormiga puede andar, sobre, en paz... y olvidemos el tiempo que no tuvimos, la gente que no nos dejó ser lo que pudimos haber sido, la gente buena que hizo que estemos tan felices que para qué burbuja, no se justifica. Olvidemos todo lo demás y acordémonos solo de nosotros en la burbuja, sin decir nada, porque no sabríamos, pero jugando a saber que el otro quiso decir que (lo que ni él sabe).
Comamos palmeritas.
Y cuando salgamos volvamos a la gente buena que hizo que estemos tan felices que para qué burbuja, con qué necesidad... y que todo siga casi más casi menos, todos en paz. Pero quién te quita la burbuja.

jueves, 12 de marzo de 2009

la primaria

Un reencuentro cybernético con gente de ahora que fue gente de antes me llevó a repensar un pasado que dicen que tuve. Y de pronto, la sensación de no haberme quedado con casi nada. Apenas hebillas fucsia, bubaloo de uva y los dinos que venían como dos huevitos y eran riquísimos los primeros 5 segundos.

Qué pudo atormentarme, dónde se esconden las razones que me hacen escapar de ese edificio, de esa gente, de esa infancia de caracoles y sombrillas. Para llegar a lo alto de una memoria traicionera que sólo se acuerda de una bandera, unos conejos, una tasa, un esguince... de 40 o 60 cuentas todas juntas, y pará de contar.

Motivos hay. Una campana que literalmente sonaba y al recreo, a hacer una cola de chicos que se reían porque para mi, que no estaba todavía "entelevisada", tenía más lógica "Las tres sillas de oro" que las "Trillizas de oro"... ¿quién va a decir lo contrario?
Esto no es soplar y hacer botellas... había que ser Mafalda en los '90 !! y ponerle el pecho a la bala sin miedo al desencanto, leyendo sin parar cualquier cosa que me pusieran delante y jugando a ser una periodista que solo decía copetes de noticias sobre la Guerra del Golfo (porqué puse guerra con mayúscula?) que traía mi viejo de la radio... Había que desconocer los más evidentes detalles de Grande Pa... y cantar "nada caaambiará, no habrá que volver a empezaaar..." como si no tuviese nada que ver con la Banda del Golden Rocket.
Inmutable, caminando en colores pasteles sobre la parecita, trepando a los ojos de cualquiera que supiera algo que yo no, tarareando canciones de Silvio que no entendía... (en casa era eso o Baglieto o Serrat o Los Beatles y para de contar)... y apasionándome sinceramente entre unicornios y nicaraguas.
Nunca fui muy de rosa. Nunca me cerró del todo eso de quedarme sentadita y calladita. A los porqués me los tenían que dar en efectivo, sin que alguna financiación me los desvirtuara en cuotas. Así crecí, Mafalda de tres sillas.
Así pasé por el colegio, con dos vergüenzas: un despache de moda que era Depeche Mode, y una ida al baño que no era al baño y me agarraron en la escalera y "mirá que sos zorra!!". ¿Zorra? ¿De todos los animales del mundo tuvo que elegir ese?, y sentirme observada porque nadie entendiá que yo, en 5to grado con 9 años, tenía ganas de comer caramelos... y cuando yo tenía ganas de algo: I´m so sorry.
Dos vergüenzas es poco en 7 años, después de todo es casi nada.
Y disfrazarme de flor, de patinadora... de dama antigua que envidiaba, desde el fondo de su palidéz real y su miriñaque de mentira, a las negras candumberas que bailaban al son de las empanadas calientes... que ni comparación con lo aburrido del minué tenía.
Leer, leer en voy baja y en voz alta en un acto de 3ro con la profe que me tenía el micrófono y me tapaba lo que decía el guíon y no avisarle total me lo sabía de memoria... Y una pata de un piano o algo así que se se cayó no sé dónde y a un chico le pasó no sé qué cosa... y todo así, como borrorso, como desenfocado. Como una mezcla de ayeres que se pegotean y me despistan, de puro mañieros, refrescando sentimientos que no tuve y regalándome miradas que no ví.
Así de extraño es mi pasado bien pasado... un pasado que a veces toco con la punta de los dedos pero como que lo despierto y se me va. Un pasado que se quedó en 2do grado y no para de jugar a las escondidas, y yo cuento 1, 2, 3, 4... y vuelvo a empezar y pica para todos los compas.

sábado, 28 de febrero de 2009

mínimo

Mínimamente, entiendo, antes de comenzar a decir sería lo más lógico que supiera qué. Máxime cuando en el fondo de mis ganas de decir, lo "cualquier cosa" que diga es mínimo comparado con lo "alguna cosa" que pretendo.

Básicamente, creo, lo que me pasa es que no me siento en condiciones de transcribir lo que en el fondo sería una complicación del género de las más complejas... y a quién le parezca una simpleza que se atreva a entrar siquiera con la imaginación (que ya del vamos no lo es todo) en intenciones tan desconocidas como las mías.

Supuestamente, veo, es la "cuestión de actitud" llevada a la superstición. Pero ni destinos, ni azares pueden contra mis presunciones, eso se sabe. Y la posibilidad de que ustedes y yo acabemos sin certezas es casi tan evidente como la dificultad de encontrar la diferencia entre posibilidad y probabilidad cuando se habla en francés (que no es mi caso, off course).

Sinceramente, estimo, no cabría la verdad en esta historia aún cuando fuese algo realmente insólito o desmantelado de razones (que no necesariamente sea lo mismo pero se parece). Lo sé. porque si mintiera honestamente, y me batiera contra el mundo dándole la razón a la falta de explicaciones acabaría definitivamente creyendo que digo la verdad. Y acá no es que muerto el perro acaba la rabia.



De todos modos, y malgrê Alan Faena, suerte que el lenguaje no es sólo un medio.







viernes, 6 de febrero de 2009

pasajera

"ella está por despegar,
quizá consiga un pasaje en la borda,
ella está por despegar,
ella se va..."


viernes, 2 de enero de 2009

2009.

No pensaba hacer balance y me agarró una especie de cosa que puede tranquilamente ser notalgia y que me mandó directamente a la silla. Y acá estoy, en Azul el 1º de enero de 2009, pretendiendo en un par de líneas quedarme con lo más quedable del año que se fue...
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Del vamos me atrapa más "balancear" cosas públicas que privadas, pero este año a nivel personal (si es que valiera la aclaración porque fuera posible pensar otro tipo de nivel) pasaron, me pasaron, demasiadas cosas... Así que más intimista que de costumbre, comienzo esta -como dije en el mail de recibida- "historia mínima".
En términos generales este año comenzó con montones de toneladas de tortitas sabor frutos del bosque y mates bastante decentes, descubriendo el subterráneo mundo de los gasueductos y coqueteando con una mezcla pantanosa de conocimientos geográficos traídos del secundario. Así, a priori, tengo que reconocer que 2008 fue un año que supo transpirar la camiseta. Una vez tomados los medios masivos de comunicación y en el medio de nuestras conversaciones, el "campo vs. gobierno" logró la soberanía absoluta de los primeros meses... pero esto no fue tan así en mi vida (o no desde el principio) tan ocupada como estaba en enojarme sucesivamente con una tras otra figura de la atolondrodada historia argentina... Si le pongo pila me viene un recuerdo (el primero del año)... era 25 de marzo cuando en mi cabeza Los abuelos de la nada descontrolaron mis rigurosos cronogramas de estudio susurrando lo que, en el delirio de mi posible último día de estudiante universitaria, terminé interpretando como descripción perfecta de la relación que se entablaba entre ese, "mi último final", y yo... "Tantas veces lo soñé como real / que quiso el tiempo y quiso nada más / Será por eso que hoy estamos aquí / no hay nadie más que vos y yo..." un amor/odio, un sentir que todo el mundo se me abría y quedaba al descubierto en ese segundo.

Así arrancó 2008, un año raro, un año importante, un año diferente... sorprendiéndome en otoño con la transfiguración en letrada y burlándose de mis planes hasta reir a carcajadas... luego de idas y vueltas llegamos a amigarnos, lo dejé ser quien quería ser y el cumplió. Quizá cambié un poco... a lo mejor sea consecuencia de ya no sentir el peso de una vida medida en cuatrimestres, extraña reconciliación con el mundo de los meses y las semanas... a lo mejor sea que el sol ahora no pega en hebillas fucsia...

Lo cierto es que el invierno llegó enfriado ya el conflicto entre el gobierno y el campo... y yo (que, nobleza obliga, defendía las retenciones, un poco románticamente, pero las defendía...) me encontré lejísimo de ese estado de "ser nada" al que suponía que iba a llegar en la posrecibida. Miré muchas pelis, salí mucho, visite amigos, hice sociales, leí, viajé, juré... egresada de la abundancia a mucho orgullo y con todas las letras... los egresados de la abundancia somos así, nos tomamos las cosas con calma -o creíamos que nos tomábamos las cosas con calma hasta que llegó la primavera y nos encontró perdidos y sin quinta temporada de Lost en que gastar nuestras horas, pero eso es otra historia- me quedo con el agua, los amparos y un mundo de inagotables límites tratando ser abarcado por mi invierno de abundancia, y con una foto imaginaria en los Piletones de la base del cerro Ventana. Me quedo con un brindis con desconocidos en un Hostel de Mar del Plata, con la alegría sincera de dos inglesas y un italiano que no entendían un corno castellano y menos entedían que un mail que el poder judicial que quizá a lo mejor podía ser que ocurriese algo que estaba bueno para mí, y "brindemos nomás" y brindamos. Fue la primavera la que me tenía guardada alguna que otra judicial sorpresa... y, aunque de a ratos pareció que la Corte hacía todo lo que estaba a su excelentísimo alcance para dilatar lo dilatable, parece que al final un mes o dos o tres no es tampoco demasiado tiempo y en el año suma a favor de un trabajo que me gusta con gente que me gusta en un lugar que me gusta, me gusta. Segunda gran carcajada de 2008. Y Arjona cantándome desde adentro de un gordito romanticón y otra ronda que mañana a las 7.30.

Un año que transpiró la camiseta y que un poco hizo las cosas por mi, me dejó descansar bastante en la abundancia mezclándome de a ratos -que fueron primero de días y luego de semanas y meses cuanto más se acercó el fin de año- planteos de esos que me sobran y se me escapan por los poros... de la injustica, de la acción... de la militancia... de la praxis de una vez por todas... con el temor que me metió Cortázar en Filantropía (
http://www.literaberinto.com/cortazar/filantropia.htm). Y si temo es porque en el fondo sé que puedo terminar siendo una fama que quiso ser cronopio. Ey! a lo mejor eso sean las esperanzas, aunque sean tontas y lloren porque no saben atarse los cordones...

Un año movido. Muchas firmas: tres en el título, otras tres en el casorio de Lili, dos más en el Colegio de Abogados, una tercera porque perdí la credencial... Mucha foto carnet.
Un año que pasó y me dejó recibida, sin documentos, con una amiga casada, con trabajo, con menos francés que de costumbre y más sol pegándome en la cara por cualquiera de las calles de La Plata, caminando con los ojos cerrados y sonriendo de felicidad porque no hay porqués que puedan contra mi placer privado de sentirme viva. Diferencias setentoochentosas, salidas glam, las que son más bien "Lolipop, lolipop"... y las quedadas a escuchar los CDs de Cortázar o remirar Tanguito comiendo pochoclos; el animal print y lo más cercano a "salir de shoping" que he hecho en mis primaveras... la desproporcionada manera de encender el cigarrillo que sigue con el que está apagando... (te tomé la palabra, ojo que jugás con fuego -cuac- !!). Un atardecer en Punta alta, donde el sol se pone en el mar, dorados los muelles no se ve el óxido y uno puede soñar tranquilo... Un año de trabajo en el consultorio jurídico gratuito de San Carlos y la gente recontra genia que conocí ahí... y las millones de cosas que espero haber apreHendido lo suficiente. Otro gordito cantando romanticonamente y contando chistes irreproducibles por el más tibio de los buenos gustos. Un domingo con Mariana y el destacamento.

La sobreactuada inscripción en el profesorado de Letras, y ahora el azul fin de año que me sumerge en recuerdos y va puliendo los límites de las cosas que prefiero olvidar con la alegría de aquéllo que quiero quedarme para siempre.

A ustedes, que llegaron hasta aquí, un abrazo enorme y el deseo de que éste que comienza sea para todos nosotros un buen año... con menos desigualdad, más palabras de aliento y mejores canciones...

jueves, 30 de octubre de 2008

Ningun pibe nace chorro

Adhiero.
Se complica entender claramente quién es quién... no soy capáz de ello.
Si puedo, en cambio, ver con claridad que,
llamémoslo
"quién 1" es tremendamente diferente de llamémoslo "quién 2", y esa diferencia es enormísima, tanto que "quién 1" está muy convencido de que "quién 2" no es más que "no quién 1". Mientras que "quién 2" no ve a "quién 1" más que como "no quién 2"... Y entonces, cómo entenderse? cómo hablar de una vez el mismo idioma? cómo no enloquecer cada nuevo día en nuestra Babilonia?
Haber si me comprenden: ¿¿¿¿Cómo hago para que entiendan que no puedo entender que no entiendan ????
Me tiene cansadísima (muy) el discurcito de la seguridad ciudadana para permitir que la policía se adueñe de nuestras verdes calles... al galope (literalmente) de una justicia recortada y mutilada de la que (no siempre, no todos) se vanaglorian... me tiene cansadísima que se busque asustar a la gente (siempre lo mismo, siempre el mismo método, ¿porqué no inventan otra cosa? ¿les falta imaginación? yo soy creativa les doy una mano y todo, pero paren de asustar a la gente porque me alteran los nervios)... me tiene cansadísima que se la agarren con los pobres, con los chicos... me tiene cansadísima que nos limiten, que nos recorten libertades tontas y pequeñas o enormes, da igual... me tiene cansadísma que la gente prefiera vender con un suspiro de resignación la poquita libertad que le queda a cambio de seguridad (de quién? contra quién? de qué?), nuevos espejítos de colores (siempre lo mismo, siempre los espejitos de colores)...
Llegué al punto en el que me enojo porque no puedo hablar del tema sin enojarme, así que mejor me callo.
Creo que Cortázar lo entendió -digo, a la imposibilidad de entender que no entiendan-, les dejo su perfecto relato "Pañuelos".

PAÑUELOS
Un fama es muy rico y tiene sirvienta. Este fama usa un pañuelo y lo tira al cesto de los papeles. Usa otro, y lo tira al cesto. Va tirando al cesto todos los pañuelos usados. Cuando se le acaban, compra otra caja.
La sirvienta recoge los pañuelos y los guarda para ella. Como está muy sorprendida por la conducta del fama, un día no puede contenerse y le pregunta si verdaderamente los pañuelos son para tirar.
-Gran idiota- dice el fama, no había que preguntar. Desde ahora lavarás mis pañuelos y yo ahorraré dinero.

martes, 30 de septiembre de 2008

Ese no sé qué (parte I): Mathieu Chedid

Está loco, ok.
Pero tiene ese no sé qué... que lo convierte en loco lindo -algún día me explayaré sobre el tópico: "no sé qué", mientras me conformo con mostrarle algunos ejemplos-, es Mathieu Chedid un músico francés.
El primer video es un hitazo Je dis M y el segundo es un divague de la peli Les triplettes de Belleville (peli recomendable... por otra parte). Espero que guste.




sábado, 20 de septiembre de 2008

Flower power


Mañana podrá no ser mi día... podré jactarme de eso y hasta sonreir con cierta conquistada nostalgia y tomar mates y sol y callarme.

Pero no se puede matar la primavera y lo que vendrá será mejor conmigo o sinmigo... y si es a pesar de todo mejor, así llego liviana.
Hoy... este flower power me hace acordar al amor... y escuché un temita de Fito que dice cosas lindas. Es verdad, arranca con filosofía barata y zapatos de goma... pero el flower power ayuda a decir cursilerías sin culpa, así que cante Páez, cante... que yo hoy lo banco, porque "... al fin..." siempre al fin... por fin:
"...si es amor,
cruzará huracanes
y tormentas (...)
si es amor,
beberemos
sólo su belleza..."
y si es amor, comeremos
en la misma mesa
y si es amor,
lo que nunca compartimos
las vidas
que no vivimos juntos,
las miradas que
esquivamos
las mentiras que dañaron
nada nos importará si es amor…"




Ha dicho, he dicho.

viernes, 25 de julio de 2008

Panis et circensis

Marisa Monte canta esta canción producto de Tropicalia (una mezcla de Caetano Veloso, Gilberto Gil y Gal Costa, la banda Os Mutantes -algo así como The Beatles brasileños-, Tom Zé, Rogelio Duprat, María Bethania, Chico Buarque y hasta Roberto Carlos).
Una canción que tengo la suerta de encontrar a casi 40 años de su nacimiento. La comparto porque me deslumbró (sí, definitivamente es la palabra) desde el instante en que la conocí... es que esta letra y su melodía son realmente muy luminosas.
Comparto con ustedes además el video de youtube en la versión más nueva que encontré (2007), lo cierto es que es una canción del año 69. Parece ser que este disco -y este tema- fue (es) casi un manifiesto de lo que sostenía el tropicalismo, un movimiento que tenía un poco de todo: folklore brasileño, guitarras eléctricas, arreglos sinfónicos y corales, y hasta algún que otro experimento sonoro; pero sobre todo un nuevo discurso comprometido con lo social, lo cultural y lo político, todo un desafío en tiempos de "Pan y Circo"...
Quisiera arriesgarme a traducirlo con un google y un diccionario como Dios manda... pero presiento que sólo terminaría sacándole el velo y destruyendo esa suerte de coraje esperanzado e ingenuo que encierra todo portugués, tan a niño como suena. Son menos los pros que los contra esta vez, disculpen.

PANIS ET CIRCENSIS
Eu quis cantar
Minha cancao iluminada de sol
Soltei os panos sobre os mastros no ar
Soltei os tigres e leoes nos quintais
Mas as pessoas da sala de jantar
Sao ocupadas em nascer e morrer
Mandei fazer
De puro aco luminoso punhal
Para matar o meu amor e matei
As 5 horas na Avenida Central
Mas as pessoas da sala de jantar
Sao ocupadas em nascer e morrer
Mandei plantar
Folhas de sonho no jardim do solar
As folhas sabem procurar pelo sol
E as raizes, procurar, procurar
Mas as pessoas da sala de jantar
Essas pessoas da sala de jantar
Sao as pessoas da sala de jantar
Essas pessoas da sala de jantar
Sao ocupadas em nascer e morrer

martes, 1 de julio de 2008

¿Punta del iceberg? ¿o punta del ovillo?

proximamente... cuando a la inspiración se le termine la licencia.

En fin... (ya es 22 de julio de 2008 y la licencia a pleno)... esto es lo que hay:

Las puntas de ovillos y las puntas de iceberg tienen en común lo que no tienen, lo que les falta para ser un iceberg o un ovillo... lo que los convertirá en lo que son pero que a la vez no son hasta tanto sean.
Lo que tienen en común entonces es bastante evidente y digamos que salta a todas luces. Luces que, por otro lado, no iluminan lo suficiente como para que el titanic o mi presunta falta de inteligencia puedan ver que detrás de eso -que apenas es una punta- hay algo enorme... muchísimo mejor (lease ovillo), muchísimo peor (lease iceberg). Lo interesante de estas puntas es que al ser no son. Y podemos ir tranquilos por la vida con la esperanza de que el iceberg tal vez sea sólo ovillo. O al revés, pero seríamos más masoquistas.
Aparecen como conejitos, y se nos instalan -gitanas- en el paladar de la decisión, en el principio del bostezo, contracción de lo evidente y que quizá.. quién dice... no.
Gitanas, conejos, bostezos... las puntas son la clara contracara de lo cotidiano, y no tanto de lo cotidiano como de lo que en cotidiano tiende a convertirse. Porque si las puntas no son, entonces no es lógico que su contracara sea. Su cantracara no es, sino que tiende a ser, y tiende a ser lo cotidiano. Así, las puntas, hermosas, tienden a ser lo nocotidiano. Eh ahí su esplendor.
Porque... digámoslo: Hay algo tan nocotidiano detrás de cada punta...!!

lunes, 16 de junio de 2008

El tiempo no para

Bebe y un par (en el sentido exacto de la palabra, osea 2) de canciones. "Tiempo" un tema pequeño y bonito, y "Tiempo pequeño" un tema simplemente muy bonito. A mi gusto, claro está. Pero de eso se trata no?

Tiempo

"Acabo de despertar y con el tiempo voy aprendiendo
Que la mañana te ayuda a ver las cosas con más claridad
Que lo que antes dolía mucho
Hoy tiene algodones en las esquinas
Y empieza a ser como una caricia
Y duele menos, mucho menos
Que el tiempo juega un papel muy importante
Y nos lo están quitando por todas partes
Tiempo..."

(pa tomar tus decisiones - pa sacar tus conclusiones - pa saber donde te pones - pa perder el tiempo - pa dejar que te den besos, pa reirte - pa mirar al cielo quiero tiempo)

Tiempo pequeño

¿Quién se va? ¿Quién se queda?
¿Quién le duele más la soledad? (2)
Si tos’ los rincones de mi vida tienen algo tuyo
¿Cuál es tu camino? ¿Cuál es el mío?
¿Dónde se encontraron? ¿Dónde se han io'?

Anda, deja que te acompañe
que no es momento de andar sola.

Con lo pequeño que es el tiempo
¿quién recogerá el perdío'?
Si tú me cuidas, yo me curo
mi cura es tu compañía.
Deja que te cuide las alas ... tu hada.

Anda, deja que te acompañe
que no es momento de andar sola.

Mis cinco sentidos son pa' ti
Mi tiempo pa' ti.
Mis manos pa' sujetarte a ti.
Y mi alegría pa' que la bebas toda tú.

Anda, deja que te acompañe
que no es momento de andar sola. (2)
Déjame que te acompañe.

viernes, 13 de junio de 2008

El aguante

Ay Charly, Charly !!... no le des más de comer a la gente que no te quiere, que no te entiende, que no se da cuenta lo grande que sos !!
Acá les dejo la letra y más tarde un videillo cuyo único fin es la canción en cuestión... una canción creada por Lennon y traducida (y adaptada y modificada acaso, por el mismismo Charly)... Vraiment, très belle !!!


Mirando las ruedas
Dicen que estoy loco, haga lo que haga,
Y me dan cantidad de consejos, buenos para nada,
Cuando digo que estoy bien ellos me miran sin entender
¿Cómo puedes ser feliz si no estas en nuestro tren?

Dicen que soy vago, soñando por ahi
Y dicen toda clase de warnings para deslumbrarme
Y cuando digo que estoy bien mirando sombras en la pared
¿Cómo podes ser feliz si no estas en nuestro tren?

Im just sitting here watching the wheels go round and round
I really like to watch them roll
No longer riding in the merry go round

Dicen que soy vago soñando por ahi
Y dicen toda clase de warnings para deslumbrarme
Y cuando digo que estoy bien mirando sombras en la pared
¿Cómo podes ser feliz si no estas en nuestro tren?

Im just sitting here watching the wheels go round and round
I really like to watch some road
No longer riding in the merry go round
I just have to let it go NO NO NO NO NO NO NO

Estamos juntos... Estamos juntos... Estamos juntos... Estamos juntos en la prisión




Este es el aguante,

hasta yo lo vi,

este es el aguante,

decímelo a mí.

jueves, 12 de junio de 2008

Confort

¿Cómo hago para escribir en un blog que detesto la sociedad de consumo sin ser tildada de incoherente?
Estas teclas que toco, negras, negrísimas... no son más que pedacitos de plástico que no tendría si no fuera por esto que critico y con lo cuál me enojo, y no saben cuánto.
Pero necesito decírselos, y el que tenga oídos para oir que oiga, el confort no es más que otro invento del capitalismo !!! Odio el confort.... hasta la palabra es fea.
"No llamaran nivel de vida, a la cantidad de cosas" decía Galeano con razón... y acá estamos midiéndonos con otros y quejándonos de nuestra suerte.
Seré ilusa, pero me niego a creer que no existe un sólo tipo con la mitad de cosas que yo y el doble de felicidad...

Sé que ando un poco enojada con todo esto disculpen el exabrupto. Es lo que pienso hoy mientras miro un monitor que es re lindo, pero lo mismo podría ser re feo y yo sería la misma.

¿Porqué si lo tengo tan claro cuesta tanto practicarlo?
¿Será mucha tele?
¿Será poca imaginación?
¿Será comodidad?
¿Será confort?

viernes, 6 de junio de 2008

Monochrome Life

Yann Tiersen... y un tema que me encanta "Monochrome".
Tengo mucho que decir de lo que significa este tema para mi... pero estoy por ver la peli "Los lunes al sol" y si no me voy a acostar re tarde... después les cuento. De monochrome y de la peli... o no.

lunes, 2 de junio de 2008

De estómago oliva y desencanto

(mieux trop tôt que trop tard)
Si alguna razón pudiera o
pudiese
deshuesar la cara o la memoria y
las intenciones
de cambiar las
conexiones.
Si en el húmedo final
de mis recuerdos
cuando la noche tape, nube,
mis corazas
me cruzara de una vez con los
rencores.
Entonces sabría alguna que
otra cosa
sentido de la acera,
sentido de la duda,
y quién diría, claudicaran mis
pudores.

¿a quién le importa después de todo que la risa se haga carcajada y de ahí pase a nervio y entonces, se me llene de locura la elegancia?

martes, 27 de mayo de 2008

Submundo

Salen de una sin empujarse, no tienen ni la menor idea de su destino y esa intriga es más poderosa que cualquier peleilla de rutina, días de enfrascamiento tubular les enseñaron eso, "el que a espada lucha..."
El misterio es la fuerza que las lanza al mundo de papel, de cartulina, dónde se quedarán quietecitas hasta que el sol o el agua o el tiempo las borre definitivamente, ese misterioso mientras tanto las justifica.
Solidarias por naturaleza se dejan llevar en la mayoría de los casos. A veces algunas, retobadas, se entrecortan y enojan al gran ser que las guía a lo desconocido... pero eso pasa muy poco, cuando ya son las últimas en salir y la vejez y el aburrimiento les pesa más que la ansiedad de la sorpresa final.
Escribir una nota del tipo "Papá: levantame tipo 8, que tengo que ir al centro. Beso." no es lo que se dice él mejor destino del mundo pero tiene esa cosa de utilidad, de sentir que sirve a una causa... que se yo, las más idealistas, se reconfortan incluso con una nota de ese tenor. Otras se quejarían, añorando el boceto de alguna obra maestra, o de una sentencia, o de un proyecto que cambie todo... son de las que piensan en las partículas de tinta que participaron en la firma de la independencia y un poco las envidian.
No es fácil ser partícula de tinta, cualquier cosa puede suceder, un destino espantoso, una nota de amenaza por ejemplo... Dicen que entre sus temas tabúes están algunos de los destinos que más detestan, por ejemplo, nada puede entristecer más a una partícula de tinta que ser parte del palito de la T... no entiendo porqué les molesta tanto, si yo fuera tinta me jodería más ser acento... pero yo soy yo y ellas son ellas.
También están las de la contracultura, es verdad que son poco frecuentes pero existen, en general se aglutinan y empiezan a darse manija y dale que va... entonces van entrando en calor, y cuando menos te lo esperás estallan rompiendo el enfrascamiento tubular... (son estratégicas y buscan bolsillos) a veces no se aguantan y se lanzan unidas, pero sin estallido, y entonces gota de tinta que molesta. En el fondo quieren ser libres de decir lo que les venga en gana, no se bancan que un gran ser las guíe a lo desconocido, pero salvando escasísimos casos terminan sin decir nada, la puta que lo parió esta lapicera de porquería y lavarropas.
Si yo fuera partícula de tinta, sería solidaria creo, no por buena sino por cobarde (más que decir algo que mucho no me convence me angustiaría no poder decir nada), y soñando con un destino de escritura me elegiría teléfono en servilleta.
Ahora, si decidiera pertenecer a la contracultura, la haría bien (nada de aglutinaciones inútiles) esperaría el momento oportuno y caería en gota directo en el teclado, directo al corazón de la competencia... Y, de puro vengativa, mancharía con tinta de recuerdo los dedos de todo quien quiera esquivarme.

lunes, 5 de mayo de 2008

I am the walrus (nada personal)

"Lo de la «Morsa» es como un sueño; las letras no significan casi nada. La gente extrae un montón de conclusiones y es de lo más absurdo" dijo Lennon en 1969, dos años después de haber escrito esta canción... los dejo con él y con ella, un lujo.


sábado, 3 de mayo de 2008

...

O "Elogio a los puntos suspensivos"...
Costó encontrarlo, tenía la impresión de haberlo leído pero no la certeza del lugar exacto y entonces apareció de vuelta Cortázar pinchándome el globo, no te sigo el tren esta vez, te respeto (lógico vos sos un grande y está claro) pero esta vez voy en avión.
La cosa es así, el tipo viene hablando de que su lenguaje es una suerte de carbono 14, que puede fechar cada relato con solo mirar la forma en que está escrito; y entonces se descarga contra ellos: "Por ejemplo los puntos suspensivos, que en mi juventud utilicé como cualquiera pero que un día empezaron a parecerme horrendos al punto que solo en casos inevitables los incluyo."

Yo seré cualquiera pero ellos no son horrendos aunque aparezcan como un recurso barato, te reconozco que nadie que sepa escribir realmente bien tendería a caer en su abuso, pero porqué cargarlos con la culpa.
Además, evitar los puntos suspensivos es un desafío para alguien que -como yo- viene permitíéndoselos con regularidad ilimitada.
Qué quieren que les diga a mi me caen bien, por más horrendos que Julio los encuentre, ni sabría cómo prescindir sin más de esa suerte de amalgama, tibia unión de frases, escala de colores. Son la síntesis, no tienen el egoísmo de los puntos y seguido, ni el amiguismo de las comas. Me caen bien. Ningún otro signo, ninguna letra siquiera, precisa tanto del lector, los puntos suspensivos lo hacen pensar, buscan que se adelante y que se imagine lo que viene que construya la "amalgama" de frases que se unen, que la viva que la sienta.
En concreto...
Serían, según algún tipo/a que sabe de gramática, algo así como la representación de una pausa en el lenguaje oral durante la que se mantiene y se alarga el tono de la palabra anterior a ellos, para indicar que se deja en suspenso el sentido de lo expresado anteriormente. Pero no sólo ahí, también en los finales imprecisos o para expresar sentimientos (por eso lo de la actitud protagónica del lector, los sentimientos se los tiene que imaginar él mismo... se ve?), vacilación, duda, indecisión, temor, todo cabe dentro de los puntos suspensivos. Serán un recurso barato pero no son horrendos. Yo los veo sinapsis, color tinta, tamaño fuente, inevitables, cosquillitas, bolitas de tela, automáticos, hermosos. No horrendos.
(da cierto escozor el animismo que percibo en este relato... pero vendrán peores, lo sospecho)

domingo, 27 de abril de 2008

Where is my mind?

The Pixies toca este tema en 1988, lo siento interesante por cierta agonía, cierto ahogo, cierta opresión... tiene algo... yo que sé: es un buen tema.

La letra en el english más fácil de comprender del mundo (hasta yo entiendo casi todo):

With your feet in the air and your head on the ground
try this trick and spin it yeah,
your head will collapse but there's nothing in it
and you'll ask yourself

where is my mind
where is my mind
where is my mind

way out in the water see it swimin'

I was swimmin' in the Carribean
animals were hiding behind the rock
except the little fish
but they told me, he swears
tryin' to talk to me

where is my mind...

With your feet in the air
and your head on the ground...




martes, 22 de abril de 2008

Say no more

Charly es y será el más grande, que quieren que les diga, no hay con qué darle. Acá, me tomo un recreo y les dejo un reportaje del año 98 para el rayo, un programa que solía ver.

parte 1

parte 2

domingo, 13 de abril de 2008

Posibilidad de captura

¿No es un poco pretencioso pensar que uno puede en una única vida capturar la de tantos otros que dedicaron las propias a la totalidad de lo que ahora nosotros pretendemos abarcar en un par de meses intensivos -acaso años- de lectura esforzada pero inútil?
Un tipo cualquiera entra, y se dedica de lleno durante su adolescencia, su juventud, su adultéz, su ancianidad -si lo dejan-, a resfregarnos por la cara conclusiones a las que llega de puro curioso, de puro observador. Y entonces va uno y se piensa que si lo leyó, y lo leyó entero entonces listo resulta que al tipo ya lo conocemos. Y otro.
Pero resulta que el tipo había dedicado cientos de noches, cientos de comas, -y apagá la música porque así no hay quién pueda concentrarse!-, y parece que de puro paciente terminó publicando dos o tres libritos, o diez, pero ya no más. Y uno va y dice sin asco, -mirá che, dame algo de este otro, porque de aquél ya leí todo-. Ya leí todo.
A lo mejor no es pretencioso, a lo mejor queda el consuelo de saber que no hay intensidad que garantice lo absoluto de esa captura.
Pero ¿quién lo asegura?... quién afianza el absurdo de mi anhelo de totalidad, argumentando que sólo las dobles, las triples lecturas empiezan a decir algo. Quién me roba, a puro razonamiento descorazonado, la sensación de haber comprendido bien -dolor en los pómulos-, de saber que esto es así y punto.

miércoles, 9 de abril de 2008

Espejismos

Quisiera con el alma llamar a las cosas por su nombre y, sin rodeos, en un acabado segundo, asumir mi nueva condición de letrada sin peros sin no obstantes sin perjuicios de.
Imposible de momento, no me animé siquiera a sacar del pizarrón la hoja con el cronograma de bolillas divididas en días que me quedan para rendir, y ya pasaron dos semanas con sus 14 días desde áquel insólito instante de transfiguración...
¿Porqué me niego a poner en palabras lo que todos dicen a gritos? ¿Qué oculto dolor encierra el perfume de íntimo desarraigo que estruja mi corazón y me deja sola a mitad de camino, entre la conquista y el abismo?.


martes, 25 de marzo de 2008

Sin gamulán

Otra que Bungy Jumping !! La cuestión es esta: mañana o pasado puede que haga un post bien happy, no es que este sea triste sino más bien dubitativo. No me encanta Calamaro, no me ncanta Calamaro, pero me canta... y hoy hace un rato mientras leía algo sobre la industria petroquímica, me cantó. Incrédulos abstenerse. Dedicado a Vane, que tiene derecho porque sí le encanta.
Explicación sobreabundante: esta canción es más de lo que siento por mi último final, es exactamente la historia de amor/odio entre mi final y yo.



martes, 26 de febrero de 2008

Una idiota

Mirá, Cortázar! Venía tratando de evitarte y lo hubiera logrado si no fuera porque acabo de descubrir lo idiota que soy, y te lo debo (entre otras cosas que también te debo y que ahora no vienen al caso), pero a juzgar por tus ideas lo mío es una tendencia inquebrantable a la reincidencia, así que aprovecho este instante de conciencia para hacerte saber que me dí cuenta, que lo lograste, que ya volveré a ser la idiota que soy cuando corresponda, que el pato puede volverse un color que no es verde, que no es azul, o puede ser melodía incantable, u oler a nardos. Pero desde hoy, siempre estarás ahí para recordarme lo idiota que soy, y sonreirme en confianza y compartir mi suerte.

Hay que ser realmente idiota para...
Hace años que me doy cuenta y no me importa, pero nunca se me ocurrió escribirlo porque la idiotez me parece un tema muy desagradable, especialmente si es el idiota quien lo expone. Puede que la palabra idiota sea demasiado rotunda, pero prefiero ponerla de entrada y calentita sobre el plato aunque los amigos la crean exagerada, en vez de emplear cualquier otra como tonto, lelo o retardado y que después los mismos amigos opinen que uno se ha quedado corto. En realidad no pasa nada grave pero ser idiota lo pone a uno completamente aparte, y aunque tiene sus cosas buenas es evidente que de a ratos hay como una nostalgia, un deseo de cruzar a la vereda de enfrente donde amigos y parientes están reunidos en una misma inteligencia y comprensión, y frotarse un poco contra ellos para sentir que no hay diferencia apreciable y que todo va benissimo. Lo triste es que todo va malissimo cuando uno es idiota, por ejemplo en el teatro, yo voy al teatro con mi mujer y algún amigo, hay un espectáculo de mimos checos o de bailarines tailandeses y es seguro que apenas empiece la función voy a encontrar que todo es una maravilla. Me divierto o me conmuevo enormemente, los diálogos o los gestos o las danzas me llegan como visiones sobrenaturales, aplaudo hasta romperme las manos y a veces me lloran los ojos o me río hasta el borde del pis, y en todo caso me alegro de vivir y de haber tenido la suerte de ir esa noche al teatro o al cine o a una exposición de cuadros, a cualquier sitio donde gentes extraordinarias están haciendo o mostrando cosas que jamás se habían imaginado antes, inventando un lugar de revelación y de encuentro, algo que lava de los momentos en que no ocurre nada más que lo que ocurre todo el tiempo.
Y así estoy deslumbrado y tan contento que cuando llega el intervalo me levanto entusiasmado y sigo aplaudiendo a los actores, y le digo a mi mujer que los mimos checos son una maravilla y que la escena en que el pescador echa el anzuelo y se ve avanzar un pez fosforecente a media altura es absolutamente inaudita. Mi mujer también se ha divertido y ha aplaudido, pero de pronto me doy cuenta (ese instante tiene algo de herida, de agujero ronco y húmedo) que su diversión y sus aplausos no han sido como los míos, y además casi siempre hay con nosotros algún amigo que también se ha divertido y ha aplaudido pero nunca como yo, y también me doy cuenta de que está diciendo con suma sensatez e inteligencia que el espectáculo es bonito y que los actores no son malos, pero que desde luego no hay gran originalidad en las ideas, sin contar que los colores de los trajes son mediocres y la puesta en escena bastante adocenada y cosas y cosas. Cuando mi mujer o mi amigo dicen eso -lo dicen amablemente, sin ninguna agresividad- yo comprendo que soy idiota, pero lo malo es que uno se ha olvidado cada vez que lo maravilla algo que pasa, de modo que la caída repentina en la idiotez le llega como al corcho que se ha pasado años en el sótano acompañando al vino de la botella y de golpe plop y un tirón y no es mas que corcho. Me gustaría defender a los mimos checos o a los bailarines tailandeses, porque me han parecido admirables y he sido tan feliz con ellos que las palabrasnteligentes y sensatas de mis amigos o de mi mujer me duelen como por debajo de las uñas, y eso que comprendo perfectamente cuánta razón tienen y cómo el espectáculo no ha de ser tan bueno como a mí me parecía (pero en realidad a mí no me parecía que fuese bueno ni malo ni nada, sencillamente estaba transportado por lo que ocurría como idiota que soy, y me bastaba para salirme y andar por ahí donde me gusta andar cada vez que puedo, y puedo tan poco). Y jamás se me ocurriría discutir con mi mujer o con mis amigos porque sé que tienen razón y que en realidad han hechomuy bien en no dejarse ganar por el entusiasmo, puesto que los placeres de la inteligencia y la sensibilidad deben nacer de un juicio ponderado y sobre todo de una actitud comparativa, basarse como dijo Epicteto en lo que ya se conoce para juzgar lo que se acaba de conocer, pues eso y no otra cosa es la cultura y la sofrosine. De ninguna manera pretendo discutir con ellos y a lo sumo me limito a alejarme unos metros para no escuchar el resto de las comparaciones y los juicios, mientras trato de retener todavía las últimas imágenes del pez fosforecente que flotaba en mitad del escenario, aunque ahora mi recuerdo se ve inevitablemente modificado por las críticas inteligentísimas que acabo de escuchar y no me queda más remedio que admitir la mediocridad de lo que he visto y que sólo me ha entusiasmado porque acepto cualquier cosa que tenga colores y formas un poco diferentes. Recaigo en la conciencia de que soy idiota, de que cualquier cosa basta para alegrarme de la cuadriculada vida, yentonces el recuerdo de lo que he amado y gozado esa noche se enturbia y se vuelve cómplice, la obra de otros idiotas que han estado pescando o bailando mal, con trajes y coreografías mediocres, y casi es un consuelo pero un consuelo siniestro el que seamos tantos los idiotas que esa noche se han dado cita en esa sala para bailar y pescar y aplaudir. Lo peor es que a los dos días abro el diario y leo la crítica del espectáculo, y la crítica coincide casi siempre y hasta con las mismas palabras cono que tan sensata e inteligentemente han visto y dicho mi mujer o mis amigos. Ahora estoy seguro de que no ser idiota es una de las cosas más importantes para la vida de un hombre, hasta que poco a poco me vaya olvidando, porque lo peor es que al final me olvido, por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderseen la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde, o el olor de un vagón de tren cuando uno entra y se tiene un billete para un viaje de tantas horas y todo va a ir sucediendo prodigiosamente, el sándwich de jamón, los botones para encender o apagar la luz (una blanca y otra violeta), la ventilación regulable, todo eso me parece tan hermoso y casi tan imposible que tenerlo ahí a mi alcance me llena de una especie de sauce interior, de una verde lluvia de delicia que no debería terminar más. Pero muchos me han dicho que mi entusiasmo es una prueba de inmadurez (quieren decir que soy idiota, pero eligen las palabras) y que no es posible entusiasmarse así por una tela de araña que brilla al sol, puesto que si uno incurre en semejantes excesos por una tela de araña llena de rocío, ¿qué va a dejar para la noche en que den King Lear? A mí eso me sorprende un poco, porque en realidad el entusiasmo no es una cosa que se gaste cuando uno es realmente idiota, se gasta cuando uno es inteligente y tiene sentido de los valores y de la historicidad de las cosas, y por eso aunque yo corra de un lado a otro del Bois de Boulogne para ver mejor el pato, eso no me impedirá esamisma noche dar enormes saltos de entusiasmo si me gusta como canta Fischer Dieskau. Ahora que lo pienso la idiotez debe ser eso: poder entusiasmarse todo el tiempo por cualquier cosa que a uno le guste, sin que un dibujito en una pared tenga que verse menoscabado por el recuerdo de los frescos de Giotto en Padua. La idiotez debe ser una especie de presencia y recomienzo constante: ahora me gusta esta piedrita amarilla, ahora me gusta "L'année dernière à Marienbad", ahora me gustas tú, ratita, ahora me gusta esa increíble locomotora bufando en la Gare de Lyon, ahora me gusta ese cartel arrancado y sucio. Ahora me gusta, me gusta tanto, ahora soy yo, reincidentemente yo, el idiota perfecto en su idiotez que no sabe que es idiota y goza perdido en su goce, hasta que la primera frase inteligente lo devuelva a la conciencia de su idiotez y lo haga buscar presuroso un cigarrillo con manos torpes, mirando al suelo, comprendiendo y a veces aceptando porque también un idiota tiene que vivir, claro que hasta otro pato u otro cartel, y así siempre.
Creo que fue en el libro "La vuelta al día en ochenta mundos" en el que Cortázar publicó este texto.